Su aparición ocurrió en Europa en el siglo XIV, y durante 500 años permanecieron sin modificaciones significativas; se cargaban con pólvora por la boca. A finales del siglo XV se les añadió un gatillo que permitió a los soldados disparar sin soltar la culata.

Con estas armas de fuego, los colonizadores españoles (y europeos: ingleses, holandeses, portugueses, etc.) mataron a 70 de millones de indígenas en América. Como es sabido, con armas mortíferas de fuego hubo matanzas enormes de seres humanos en centenares de guerras promovidas por colonizadores y atizadores de las dos Guerras Mundiales.

Hoy existen armas de fuego de todo tipo: ametralladoras, pistolas ametralladoras, fusiles automáticos, pistolas automáticas, etc.